Partiendo de un terreno escarpado en las laderas de Calvià, se planteó la idea de hacer una vivienda que aprovechara al máximo las maravillosas vistas sobre la bahía que tenía este emplazamiento.
El terreno tenía un gran desnivel y la propuesta pedía una vivienda completa con gimnasio, parking, piscina y una planta independiente para invitados.
Siguiendo estas premisas planteamos un proyecto arquitectónico dinámico, que buscara siempre la mejor vista posible y una terraza en cada una de sus plantas.
No nos dio miedo trabajar con la estructura porque conseguimos una mejor orientación y un beneficio para el proyecto.
Como el acceso desde la calle era desde la planta superior, las estancias más públicas como el salón, la cocina y el comedor quedaron en esta planta, mientras que los dormitorios quedaron en la inferior y en la semisótano la zona de invitados con un patio interior que conforma el hueco de la escalera para que sea luminoso y una entrada a la vivienda a parte para no molestar a los anfitriones.